miércoles, 29 de abril de 2020

Jorge Robledo, una Estrella Olvidada




(Primera parte)
 
Si a cualquier chileno, ducho en la historia del balompié criollo, se le preguntara por el edén futbolístico nacional, sin dudas, encumbraría en ese Olimpo a la bendita “generación dorada”, que tiñó de gloria la camiseta roja, tras una centuria de fracasos. Los nombres de Arturo Vidal, Claudio Bravo, Charles Aránguiz, Gary Bedel o Alexis Sánchez (por nombrar sólo a algunos), saltarían a la palestra vertiginosamente. En ese firmamento, habría un espacio también para Elias Figueroa, Iván Zamorano y Sergio Livingstone. Para Leonel Sánchez, Luis Eyzaguirre, Alberto Quintano, y Jorge Toro. Para Carlos Casely y el gran Francisco “Chamaco” Valdés, que duda cabe.

Sin embargo, la memoria colectiva del balompié, y la de la literatura futbolera también, ha sido ingrata y caprichosa con un nombre que merece también engrosar la historia linda del futbol nacional: Jorge Robledo Oliver, el “Gringo”, como lo motejaron quienes disfrutaron con sus goles y los títulos con Colo Colo, en Chile, o “Pancho”, como cariñosamente lo bautizaron en Inglaterra, donde, a punta de dianas, se metió en el corazón de los hinchas del Newcastle United.

Hijo de Aristides Robledo, un contador que se ganaba la vida llevándole los números a una

mina salitrera pérdida en el árido norte chileno de propiedad de una acaudalada familia inglesa; y de Elsie Oliver, oriunda de Yorkshire del Sur, casi en el corazón de Inglaterra, y que, tras el colapso económico que significó para toda Europa la Primera Guerra Mundial, viajó a Sudamérica a probar suerte como institutriz, Jorge Robledo Oliver nació un 14 de Abril de 1926 en Iquique.

La novel familia, al poco andar comenzó a agrandarse y al cabo de unos cuantos años, el pequeño Jorge ya jugueteaba con su hermano Eduardo y con el pequeño Walter, repartiendo sus días entre la brisa de Iquique y la mustia pampa, sin embargo, el calor del hogar se apagaría tan rápido como se había multiplicado: el declive económico mundial producido por el crac de Wall Street en 1929, repercutió con ímpetu en la industria salitrera nacional, haciendo que muchas oficinas tuvieran que cerrar sus puertas para siempre, entre ellas, la mina donde los padres de Jorge se ganaban la vida.

Así, no les quedó más opción que cruzar el Atlántico y probar suerte en Inglaterra, mas la familia que se asentaría en el número 97 de Barnsley Road, en West Melton, no estaría completa. Aristides “desapareció del mapa”, y Elsie tuvo que bregar sola con Jorge, Eduardo y Walter, laborando como dependienta de un almacén en su Yorkshire natal.

La relación de Jorge con Chile se cortaría por más de dos décadas y crecería como un joven inglés, repartiendo sus días entre las minas de carbón en, donde trabajaba junto a su hermano Eduardo, y la práctica del fútbol, destrezas que desarrollaba en las inferiores del Huddersfield Town FC, el rival de toda la vida del Barnsley, ciudad donde Elsie Olivier y sus tres hijos se habían radicado.

Allí, comenzó su idilio con las redes, destacando en las competencias amateurs en las que los “Terrier” fogueaban a sus juveniles, eso, hasta que en 1943, cuando, y con tan sólo 17 años, el Barnsley le ofreció un contrato para formar parte de la plantilla de jugadores de los “Traviesos” que disputaría en esos convulsionados años lo que se conocería como al “Wartime League”, modalidad que adoptó el fútbol en Inglaterra debido al desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, para darle continuidad al balompié y entregar algo de distracción en medio de aquellos tumultuosos y tristes años.

En los seis años que defendió la camiseta del Barnsley, y que le significaron disputar partidos en la máxima categoría de Inglaterra, en la FA Cup y también en la segunda división Jorge Robledo disputó 114 partidos oficiales, marcando 47 goles, toda una proeza, teniendo en cuenta que los marcó entre los 17 y los 22 años. Todo esto, hizo que el poderoso Newcastle United, que bregaba por reverdecer laureles, pusiera sus ojos en él e intentara ficharlo para la temporada que se avecinaba.

Y le resultó difícil. Aún cuando fueran los “Magpies”, uno de los clubes más populares de Inglaterra, con una de las hinchadas más fieles de todas las islas británicas, y que, hasta el momento de viajar a Oakwell a rogarle a Jorge que se calzara la camiseta blanquinegra, exhibía cuatro títulos de primera división, tres FA Cup y una FA Charity Field, los que solicitaban sus servicios a cambio de lo que hoy serían casi 1 millón de dólares, “George”, como le conocían en Yorkshire, se las puso difícil: se iba al St.James Park sólo si también contrataban a Eduardo, su inseparable hermano, que arrastraba a su haber una temporada exacta en el Barnsley. Los “Town” aceptaron su solicitud.

Comenzaba así a cimentar lo que con los años daría vida a una leyenda, mito que no sólo se narraría ahí, junto al Río Tynes, también en toda Inglaterra, y en también en Chile, mas no nos adelantemos todavía.

El debut de Jorge Robledo con la camiseta listada del Newcastle United no tardó en llegar y así, con veintidós años a cuestas, hizo su debut con la camiseta de los “Magpies”, en la vigésimo novena fecha de la England Football League 1948/1949, en el encuentro en que los “Town” derrotaron por 2 a 0 al Charlton Athletic, en un St. James Park lleno hasta las banderas (se registró una asistencia de 56.143 espectadores), y en medio de la brega por hacerse con el título, lucha que llevaban golpe a golpe junto al Portsmouth, el Manchester United y el Derby County.

El primer gol con la camiseta de los “Magpies”, vino en su tercer encuentro. El Newcastle recibía al Sunderland, buscando no perderle pisada al puntero, y en un estadio colmado con más de 58 mil espectadores, “George” le dio el triunfo a las "Urracas", en un encuentro que terminó 2 a 1.

Desde su estreno y hasta que acabó la temporada 48/49, Jorge Robledo no salió más de
la alineación titular, disputando los últimos quince partidos que restaban para que terminara el campeonato, y alzándose, habiendo jugado poco más del 30% del total de los encuentros, como el segundo goleador del equipo con 6 anotaciones, tras la leyenda de las “Urracas”, Jackie Milburn, que en dicha temporada anotó 20 goles.

La temporada 49/50, y donde el Newcastle terminó la liga en la quinta posición (resignándose a ver como el Portsmouth se alzaba como bicampeón), “Pancho” Robledo, como lo habían bautizado sus compañeros, vio acción en 30 de los 42 partidos que se disputaron, marcando 11 goles (Portsmouth, Everton, Manchester City, Sunderland, Birmingham (x2), West Bromwich, Charlton, Fulham, Huddersfield y Arsenal). Comenzaba así, a cimentarse el flirteo entre las “Urracas” y el extrovertido delantero chileno, romance que no tardaría en volverse eterno.



4 comentarios:

  1. Habría que agregar, el hecho que, posterior a su estadía en Inglaterra, Los hermanos Robledo, retornaron a Chile para venir a jugar a Chile, por el equipo de Colo Colo. Su arribo y debut en nuestro país, fue portada obligada en los diarios de la época, con mayor razón si en su debut, Jorge Robledo, marco todos los goles de su equipo, y en un momento en el cual, las grandes entretenciones, las constituían el fútbol y la hípica.

    ResponderEliminar
  2. Fue inspector en mi colegio en viña..Saint Peters...una gran persona..un caballero!

    ResponderEliminar
  3. Uno de los mejores jugadores chilenos, de todos los tiempos, un profesional y un caballero, fuera y dentro de la cancha, de los que hoy en día, casi no existen.

    ResponderEliminar